Ratios Preparación de Café: Nuestra bebida favorita, en su forma más simple, es la mezcla de granos de café molidos con agua. Lo que determina su buen sabor, ya sea que obtengamos un café dulce, complejo y balanceado o un café ácido o amargo, depende de dos cosas: la calidad del café y del agua, y la forma en que los combinamos.
Este último elemento puede requerir de mucha elaboración: el tamaño de la molienda, el tiempo de preparación, la temperatura del agua, el método de preparación y otros procesos que impactarán en la taza final.
Después, por supuesto, está la relación entre el café molido y el agua, algo que afectará la fuerza, la sensación en boca y otros elementos de la bebida. Sigue leyendo y conoce la importancia que tienen las relaciones al preparar un gran café.
Ratios Preparación de Café
Métodos de Preparación de Café
Por qué la Relación es Tan Importante
El sabor de un café variará según la receta. Sí, la receta: preparar café es como preparar un pastel. La cantidad de cada ingrediente que usas es relevante. Al agregar o disminuir la cantidad de agua o de café se puede alterar el sabor, la viscosidad y otros factores.
Esta es la razón por la que muchos baristas y aficionados al café usan grameras y temporizadores cuando preparan café.
Algunos baristas usan recetas como “50 g de café por litro de agua para tantas tazas”. Otros, hablarán de proporciones, como 1:14 – 14 ml de agua por cada gramo de café o 1:16 – 16 ml de agua por cada gramo de café.
Sea cual sea la relación de preparación, lo que la mayoría de baristas intenta es mantenerla consistente. Esto permite trabajar de manera más efectiva y eficiente. También, si les gusta como resulta un café, podrán replicarlo en el futuro.
Diferentes Métodos de Preparación, Diferentes Relaciones de Preparación
Digamos que tienes un café de especialidad de alta calidad que ha sido tostado con gran habilidad para resaltar sus mejores características, tal vez su aroma a jazmín o sabores de manzana roja, su cuerpo redondeado o dulzura de miel. Entonces, ¿cómo lo prepararías?
Tienes algunas opciones: los cafés de filtro son para muchas personas la manera ideal de probar los matices de su café. Con una bebida más larga y diluida, los sabores son limpios. Por el contrario, un espresso es una bebida más corta e intensa que se destaca por mostrar dos o tres sabores principales.
Con esto viene una relación de preparación diferente, un tamaño de molienda, un tiempo de extracción y más.
Para el espresso, utilizas una molienda extremadamente fina, un tiempo de preparación corto (a menudo alrededor de 25-30 segundos) y muy poca agua. Probablemente, tenga una relación entre 1:1 y 1:3.
En general, para los cafés por inmersión (como la prensa francesa y el Aeropress) vas a necesitar una molienda más gruesa y un tiempo de preparación más largo. Para métodos de goteo o vertido hay alguna variación en el tamaño ideal de molienda y el tiempo de preparación. Los métodos de inmersión y goteo requieren mucha más agua, ¡y mucho más café! Puedes ver 1:15 o 1:18, por ejemplo. Así pues, con cafés por inmersión vas a necesitar menos café que con los de goteo o vertido.
Todas estas son pautas con las que puedes empezar a desarrollar tu receta de preparación, pero para saber realmente qué es lo mejor, vas a tener que experimentar. Prueba diferentes relaciones de preparación con diferentes cafés.
¿Hay una Relación de Preparación Ideal?
Sí y no. Antes que nada, es buena idea saber cómo les gusta preparar el café a las diferentes culturas. Algunos países prefieren preparaciones delicadas y otros unas más intensas.
En segundo lugar, aunque muchas personas recomiendan diferentes relaciones, siempre dependen del café.
Entonces, ¿cómo saber qué relación de preparación puedes usar? Un café de filtro hecho a 1:20 sería una taza diluida y débil; 1:10 sería extremadamente intensa. Estos son los extremos de la balanza. Tu objetivo debe ser encontrar el equilibrio adecuado para cada taza. Vas a querer percibir las fragancias, los aromas, los sabores y la acidez, y todas las notas que puede saborear un paladar refinado.
Además, algunas personas eligen la preparación por bypass. Este método implica preparar una tanda de café más concentrado que después se diluye con agua. Gracias a eso, cambia el perfil y se crean nuevos sabores. Si quieres conocer más sobre el bypassing, te invitamos a leer este artículo que publicamos en marzo de 2024.
No Solo se Trata de la Relación de Preparación
La relación de café es importante, pero hay otras cosas que debes considerar: el tipo de agua, el perfil de molienda, la temperatura y la forma en que viertes el agua.
Si tu café no sabe bien, debes comenzar cambiando una variable a la vez y manteniendo todo lo demás constante. Puedes empezar con el tamaño de la molienda:
- Si tu café es ácido, salado o sin cuerpo, usa una molienda más fina. Esto aumentará el área de contacto, lo que a su vez aumentará la velocidad de extracción y te permitirá obtener más de esos dulces sabores en taza.
- Si tu café es demasiado amargo, usa una molienda más gruesa. Esto disminuirá el área de contacto, reduciendo la velocidad de extracción y evitando que ingrese demasiada amargura en la infusión.
Hacer un café no siempre es fácil, especialmente uno de filtro, porque hay muchas variables. Cuando lo dominas, vale la pena. Podrás saborear todas esas sutiles notas escritas en la bolsa de café, ya sea jazmín, manzana roja, frambuesa o miel.
Cuando hayas extraído esa bebida delicada a la perfección, cuando tengas la relación de preparación adecuada, el tamaño de molienda y más, habrás alcanzado el punto óptimo.
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