Tipos De Té De Especialidad: Existen más de 20.000 tipos de té en el mundo, según Mary Lou y Robert J. Heiss en “The Tea Enthusiast’s Handbook: A Guide to the World’s Best Teas”. Pero si te interesa conocer sobre el té de especialidad, hay seis tipos principales con los que querrás comenzar. Así que, prepárate una taza de té y sumérgete en el mundo del matcha, oolong y English Breakfast.
TÉ VS. TISANA
Cuando visitas la sección de tés de cualquier supermercado o una tienda de té especializada, puedes encontrar una gran variedad de tés: menta, manzanilla, oolong, Rooibos, entre otros. Sin embargo, no todos son tés auténticos. Algunos son tisanas. El té proviene del arbusto Camellia sinensis. Cualquier bebida que no esté hecha con esta planta no es verdaderamente té. Por ejemplo, té de frambuesa, hibisco o jengibre, aunque sabrosos, técnicamente no son tés.
VARIEDADES DE TÉ
La Camellia sinensis es la especie del té, pero al igual que el café Arábica, tiene subespecies y variedades cultivadas. Existen tres variedades principales de té en el mercado: Sinensis, Assamica y Cambodiensis. La Sinensis, originaria de China, también se cultiva en Japón, Taiwán, India y Nepal y es adecuada para climas fríos. La Assamica se encuentra en India, Sri Lanka y África, mientras que la Cambodiensis es común en Camboya y Java, aunque raramente se consume pura, siendo más usada en híbridos.
Tipos De Té De Especialidad: Las 6 Categorías Principales De Té
Antes de explorar las diversas variedades de té, es fundamental comprender las seis categorías principales: negro, oolong, verde, blanco, amarillo y fermentado/Pu’er. Estas categorías se definen principalmente por el nivel de oxidación de las hojas de té, lo que influye en el sabor, el aroma y la forma en que deben prepararse.
TÉ NEGRO/ROJO
El té negro es el más oxidado de todas las categorías. En el mercado chino, se conoce como “té rojo” debido al color oscuro de su infusión. Tras la recolección, las hojas se marchitan y se oxidan completamente, lo que resulta en un sabor fuerte, robusto y profundo. Este té debe prepararse a altas temperaturas, entre 95-100℃ (203-212℉), para extraer plenamente sus sabores intensos. Ejemplos populares de té negro incluyen English Breakfast y Earl Grey, este último aromatizado con bergamota. Además, el té negro es la variedad más consumida en el mundo occidental, con tradiciones específicas como el chai indio y el té con leche británico.
TÉ OOLONG/WULONG
El oolong, también conocido como wulong, es una de las categorías más versátiles de té debido a su rango de oxidación que puede variar entre el 8% y el 85%. Esta variabilidad permite una amplia gama de perfiles de sabor, desde notas florales y afrutadas hasta sabores más tostados y terrosos. El procesamiento del oolong incluye una fase de oxidación controlada seguida de un método de fijación, como el tueste en sartén o la cocción al vapor. Los tés oolong medianamente oxidados se preparan a aproximadamente 85℃ (185℉), mientras que los menos oxidados a unos 80℃ (176℉). Esta categoría ofrece una experiencia de cata rica y compleja.
TÉ VERDE
El té verde se caracteriza por su mínima oxidación. Después del marchitamiento inicial, las hojas se fijan rápidamente para detener el proceso de oxidación, lo que da lugar a un perfil de sabor fresco y ligero. El té verde chino, como el Longjing, se infunde a 75℃ (167℉), mientras que el té verde japonés, como el sencha, se prepara a una temperatura más baja de 65℃ (149℉). Una variante muy conocida es el matcha, un té verde en polvo utilizado en la ceremonia del té japonesa, famoso por su sabor umami y su vibrante color verde.
TÉ AMARILLO
El té amarillo es menos conocido pero altamente valorado. Similar al té verde en su proceso inicial, el té amarillo pasa por una etapa adicional en la que las hojas se envuelven y se oxidan ligeramente antes del secado final. Este proceso le confiere un color amarillo distintivo y un sabor más suave y maduro, sin la astringencia que a veces se encuentra en el té verde. Se infunde entre 77-82℃ (170-180℉), y se destaca por su sabor dulce y aromático.
TÉ BLANCO
El té blanco es conocido por su delicadeza y sutileza. Se produce utilizando principalmente los brotes jóvenes de la planta de té, cubiertos de finos vellos blancos, de donde proviene su nombre. Aunque se considera no oxidado, siempre hay un mínimo de oxidación debido a la exposición al aire. El sabor del té blanco es suave, complejo y frecuentemente afrutado y floral, lo que lo convierte en una opción preciada para los conocedores del té.
TÉ FERMENTADO/PU’ER
El Pu’er es el representante más famoso del té fermentado. A diferencia de la oxidación, la fermentación en el Pu’er ocurre después de que las hojas han sido oxidadas y fijadas, permitiendo que el té continúe desarrollando su sabor durante años. Esta fermentación da lugar a un perfil de sabor terroso y profundo que se asemeja al del vino añejo. El Pu’er puede envejecerse durante décadas, mejorando su sabor con el tiempo. Es importante no confundirlo con el Kombucha, que es una bebida fermentada a partir de té preparado.
Cada una de estas categorías ofrece una experiencia única, influenciada por factores como la variedad de la planta, el terroir, el método de producción y el proceso de preparación. Para adentrarte en el mundo del té de especialidad, es esencial probar estas seis categorías y descubrir la riqueza de sabores que cada una tiene para ofrecer.
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