Guatemala, con una superficie de 108.890 kilómetros cuadrados, es reconocida por producir algunos de los mejores cafés del mundo. Para darle una idea, esto es menos de la mitad del tamaño del Reino Unido, menos de un tercio de Malasia y sólo una fracción (1/70) de la vasta extensión de Australia.
A pesar de su pequeño tamaño, Guatemala ofrece una amplia gama de variedades de café, gracias a sus diferentes climas y elevaciones. En casi todas las regiones del país se puede cultivar café de excelente calidad.
Acatenango
Acatenango es un estratovolcán en Guatemala, cerca de la ciudad de Antigua. Forma parte de la cadena montañosa de la Sierra Madre. Situado a una altura de 2.000 metros, el Valle de Acatenango se caracteriza por sus verdes bosques, nutridos de los minerales depositados por las frecuentes erupciones volcánicas en los alrededores.
La temperatura de la región sigue siendo relativamente baja, gracias a las brisas refrescantes que fluyen hacia el interior desde el Océano Pacífico, que sirven para moderar el calor típicamente intenso de Centroamérica. Esta condición climática única, junto con distintas variaciones estacionales, crea un entorno ideal para secar los granos de café al sol, lo que da como resultado un perfil de sabor distintivo muy buscado por los conocedores del café.
Ancient
El café de la región de Antigua es famoso por sus cualidades únicas, que se atribuyen a su fértil suelo volcánico, baja humedad, abundante sol y temperaturas nocturnas frescas. Este pintoresco valle está rodeado por tres majestuosos volcanes: Agua, Fuego y Acatenango. Periódicamente, el Volcán de Fuego deposita una nueva capa de ceniza rica en minerales en el paisaje, enriqueciendo aún más el suelo con nutrientes esenciales. Estos minerales, similares a los que se encuentran en la región de Acatenango, contribuyen a las condiciones ideales de Antigua para cultivar café de alta calidad.
Atitlán
Entre las cinco regiones volcánicas de Guatemala, el suelo de Atitlán destaca como el más fértil, abundante en materia orgánica. Esto se evidencia por el hecho de que un impresionante noventa por ciento de las plantaciones de café de Atitlán están situadas cerca de los imponentes volcanes que rodean el magnífico lago de Atitlán. Sin embargo, no es sólo el suelo rico en nutrientes lo que afecta al café aquí. Los microclimas únicos de la región también están moldeados por los vientos Xocomil, que desempeñan un papel crucial. El café de Atitlán es intrínsecamente artesanal, y numerosos pequeños agricultores se dedican al cultivo meticuloso de estos cultivos de café.
Coban
El clima de Cobán se caracteriza por lluvias constantes, cielos nublados y temperaturas frías durante todo el año, lo que hace que los días secos sean prácticamente inexistentes. Cuando los lugareños mencionan que la lluvia está amainando, normalmente quieren decir que se ha reducido a una simple llovizna. Además, la región experimenta la presencia persistente del “chipi-chipi”, una neblina ligera e implacable. En este ambiente brumoso se desarrolla el cultivo del café, predominantemente en las zonas montañosas que se benefician de la influencia tropical traída por los vientos del Océano Atlántico.
Fraijanes
Esta región se distingue por sus elevadas altitudes, abundantes precipitaciones, niveles fluctuantes de humedad y la presencia de un volcán activo. El Volcán Pacaya, reconocido como el más activo del país, enriquece periódicamente el suelo con depósitos de cenizas cargadas de minerales, vitales para la fertilidad agrícola. Además, durante la estación seca, la zona experimenta abundante sol intercalado con nubes. Las mañanas suelen estar marcadas por niebla y llovizna ligera, pero el suelo se seca rápidamente a medida que avanza el día, lo que crea condiciones favorables para secar los granos de café al sol.
Huehuetenango
Huehuetenango, una de las tres regiones no volcánicas de Guatemala, se distingue por ser la más alta y árida del país. Esto se debe en gran medida a los cálidos vientos que soplan hacia las montañas desde las llanuras mexicanas de Tehuantepec, proporcionando una barrera natural contra las heladas. En esta región, el café se cultiva a altitudes de hasta 2.000 metros. Debido a su lejanía y aislamiento, muchos caficultores de Huehuetenango se encargan de producir y procesar su propio café, aprovechando las condiciones climáticas únicas que favorecen el crecimiento de granos de alta calidad.
Nuevo
Desde la década de 1950, el café en esta región ha sido cultivado exclusivamente por pequeños productores. Históricamente, fue conocida como una de las zonas más pobres y aisladas de toda la nación. Sin embargo, la situación ha mejorado drásticamente con el paso de los años. Hoy en día, casi todas las fincas montañosas de esta región se dedican a la producción de café. Este cultivo generalizado ha llevado a un desarrollo y crecimiento económico sustancial dentro de la zona.
En términos de clima, la parte oriental de la región experimenta lluvias frecuentes y condiciones nubladas. El suelo de esta zona destaca especialmente por su equilibrado contenido mineral, resultado de su antiguo origen volcánico. Esta combinación única de condiciones climáticas y del suelo proporciona un entorno ideal para el cultivo del café, lo que contribuye a la alta calidad y los sabores distintivos del café que se produce aquí. La transformación de esta región de una zona remota y empobrecida a un próspero centro de producción de café es un testimonio de la dedicación y el arduo trabajo de sus pequeños productores.
San Marcos
San Marcos es una provincia de Guatemala, fronteriza con el estado mexicano de Chiapas. San Marcos se destaca como la región más cálida entre todas las zonas cafetaleras de Guatemala. A pesar de las altas temperaturas, recibe la mayor cantidad de precipitaciones, acumulándose hasta 5 metros anuales. Esta abundante lluvia provoca que la temporada de lluvias comience antes que en otras regiones, lo que a su vez provoca la floración más rápida de los cafetos. Como en otras partes de Guatemala, el café en San Marcos se cultiva en fincas que tienen cada una sus propios métodos de procesamiento únicos.
Sin embargo, la imprevisibilidad de las precipitaciones durante la temporada de cosecha presenta un desafío para los productores de café. A menudo comienzan el proceso de secado extendiendo los granos de café al sol. Cuando se producen lluvias repentinas, deben trasladar los granos a los secaderos de Guardiola, que tienen forma cilíndrica, para completar el proceso de secado. Esta combinación de secado al sol y secado mecánico ayuda a garantizar la calidad y consistencia del café producido en esta región.
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